martes, 10 de enero de 2012

Dia 1

Algunas veces lo más normal o lo que más necesitamos es estar solos mirando una ventana reflexionando sobre las cosas más importantes que te pueden pasar en un microsegundo, puedo escuchar el golpe del reloj antes de marcar la hora, puedo sentir la leve brisa que entra desde la venta abierta de mi habitación los pájaros acomodándose para dormir finalmente miro los arboles que atraviesan mi ventana como si atravesase todo el universo con tan solo mirar fijamente los espacios entre las hojas parecerían estrellas, estrellas que el día de hoy casi no se logran ver en el cielo a menos que pongas mucha atención.
El leve palpitar de mi corazón está en mi cabeza no quiero mirar pero observo al lado y no hay nada observo como mi cuarto se empieza a oscurecer por el crepúsculo siento un frio un frio diferente a cualquier otro todo se empieza a desvanecer cuando no hay nada. Observo fríamente la oscuridad y una respiración tan agitada que no puedo prestar atención volteo hacia arriba y miro el cosmos y una luna menguante en ella.
Que podría ser más que el claro descanso de la reacción a mi indecisión sobre dejar el amor a un lado o seguir intentado y esperar como todos dicen debería concentrarme en lo que necesito aprender y puede que sea mejor cuando el claro oscuro rechazo de mi humanidad comience ese día podre sentir de nuevo lo que es amar, puedo oler fuertemente la marihuana que se encuentra cerca de la habitación el espejo refleja con una suave capa de polvo lo que yo no quiero ver, mi rostro no envejecido de 300 años exactamente; es tan intenso cuando quieres mirar tratar de pintar y escuchar la clara nota fa sostenida de la soprano al otro lado de mi habitación y la orquesta nocturna que enciende la llama del silencio y solo puedo vivir como siempre lo he hecho.