viernes, 20 de julio de 2012

La rivera


Ya habian pasado semanas desde que conoci al Vizconde, no he podido dejar de pensar en el asi que me decidi ir a pasear para despejar mi mente, camine por el bosque blanco, habia algo muy curioso y peculiar no habia llegado tan al fondo de el bosque me perdi por un momento, entonces me empeze adentrar en lo que era el bosque negro, ya era muy tarde llevaba todo el dia en el bosque y yo no encontraba la salida, una sensacion de desesperacion invadio mi alma solo deseaba poder salir, entre las ramas de los enormes arboles milenarios pude observar la luz de la luna llena, y en cuanto la vi senti un rico placer invadiendome de nuevo como la vez de la fiesta, me relaje y segui caminando; entonces escuche como la caida de una cascada, segui caminando ahora con mas cuidado para no caer por algun hoyo, y llegue a un lugar muy hermoso un rio que jamas en mi vida habia visto, de un color plata a la vez transparente, que resaltaba con la luz de la luna.

Ya ahi me sente y note que el rio era muy profundo me concentre tanto en buscarle un fondo que empeze a vagar entre mis pensamientos, podia verlos como si fuera un espejo en el agua, me asuste un poco pero inmediatamente la calma me invadio, mi corazon latia tan fuerte como nunca estaba inquieta no sabia que sucedia, de pronto senti detras de mi una respiracion y una sombra negra de pronto cai inconsciente, cuando comenze a despertar recuerdo que vi unos ojos azulez profundos, que se me hacian muy familiares y esa mirada, unos dientes tan blancos mas blancos que la misma luna y unos colmillos muy notorios, aquel hombre que me tenia entre sus brazos derramo una lagrima que pude ver claramente entonces me dijo:
-Amada mia he deseado tanto tenerte asi entre mis brazos otra vez no sabes cuanto te amo, te necesito a mi lado, no se puede vivir en la oscuridad de la noche, ni en la luminaria del dia, dos contrapartes viven en mi pero el mismo corazon late por ti de eso no hay duda mi querida.

Aquellas palabras me llenaron de emocion que me sonroje y mis ojos se humedecieron, al instante el hombre se empezo acercar a mi y me dio un beso tan tierno como ningun otro en mi vida, un sabor muy peculiar, no podia creerlo como me sentia, senti que flotaba por las estrellas atraves del universo con tan solo un beso. Un instante abri los ojos y observe el rio y era de un color sangre, me detuve de besarlo y lo avente al suelo, me levante y en seguida empeze a correr:
-Perdon mi amante secreto de la noche es hora de irme, mi corazon siempre latira al ritmo del tuyo mi tierno amor.
le entregue la flor de luna que siempre portaba, que pertenecio a mi abuela y a mi madre, sin embargo el no lo acepto y al verlo se asusto un poco y se fue.
yo trate de encontrar la salida asi que segui la ribera, ya cuando sali del bosque encontre el camino a casa, cerca del campo cuando voltee a ver el rio, ya no estaba y ya casi salia el sol faltaban unos minutos, pase toda la noche fuera de casa y mis padres estaban preocupados, pero a mi no me importo estaba pensando en aquel hombre, aun podia sentir sus labios sobre los mios mi cuerpo ardia en semejantes recuerdos, la pasion recorria me invadia era fuego en ese momento mi respiracion agitada me daba a entender que necesitaba caricias, un orgasmo para librarse de ese castigo divino tenia que dejarde ser esa casta  diva que toda la aristocracia cree que soy necesito lujuria en mi; ese rio llevaba algo y lo visitare todas las noches hasta volver a ver a mi Amado de la oscuridad. 

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